El chalet marplatense es una imagen identitaria de la ciudad que se encuentra vulnerada como resultado de condiciones de la vida actual, con riesgo de perder la calidad que le otorga a la ciudad esa arquitectura. Especialmente afectadas, son las pocas que aún se encuentran frente al mar, y en barrios, donde la normativa local permite la construcción de edificios de varios pisos.
Junto al veloz avance de las tecnologías de la construcción, con productos más industrializados y de mayor practicidad para ensamblar, que requieren menos mano de obra artesanal, se van perdiendo muchos oficios de saberes complejos. Uno es el caso de los techistas, que conocían los lenguajes pintorescos para realizar esas cubiertas con tantas aguas, o el caso de los picapedreros, que generalmente provenían de Italia, y con sus conocimientos ayudaron a generar esta verdadera marca de identidad de la ciudad, en las primeras fases del desarrollo urbano.
El chalet marplatense constituye una arquitectura icónica de la ciudad, que en sus orígenes fue
representado por casonas señoriales, para alojar a los veraneantes de la elite principalemente porteña que venían a Mar el Plata solamente en épocas de verano, que no podían ir a Europa a causa de la primera Guerra Mundial. Paralelamente tambien venían trabajadores, requeridos para completar los servicios en verano, ya que la población estable no era suficiente, y el turismo de masas aún no se había iniciado.
Con el paso del tiempo, estas mansiones, comenzaron a ser construídas a una escala doméstica, por amplios sectores de la población local, que encontraba en la tipología del chalet, una imagen que los prepresentaba, como un valor de su ascenso social.
Herman Clinckspoor, arquitecto, ingeniero e historiador ilustre de nuestra ciudad, toma como un punto bisagra, a la implementación de la ley de Propiedad Horizontal, que impulsó Juan Domingo Perón en 1948. Esta permitió la construcción de edificios de varios pisos y generó un crecimiento desmedido de la ciudad, y de una manera muy poco orgánica. El ejemplo de esto son los edificios sobre la avenida Colón que aparte de generar paisajes de extrema densidad urbana, conllevan grandes problemas con los servicios como por ejemplo, la distribución de gas en estos inmuebles. Vale la pena recordar que debido a esta ley, y a que " todos querian su departamentito en Mar del Plata", durante la década del 70, fue nuestra ciudad el lugar en el mundo que más metros cuadrados construyó durante esos diez años por cantidad de habitantes. Claro está que con ese crecimiento en una escala como la de Mar del Plata, hubieron cosas que no se hicieron de la mejor forma y no se tomaron previsiones ni desde las medidas de seguridad, ni desde el marco estético de la ciudad.
La arquitecta Graciela Di Iorio, ex directora de museos como " Casa del Puente" /" Casa Sobre el Arroyo" o el "Museo Castagnino", plantea que una de las principales problemáticas se presenta cuando quedan pocos chalets aislados entre edificios en altura, ya que estas casas fueron pensadas y diseñadas compartiendo escalas homogéneas a diferencia de la servidumbrede visuales que generan las construcciones tan altas que vulneran la privacidad de los propietarios. Por lo tanto, estas casas que quedan separadas del resto, tienden a desaparecer, presionadas por la especulación inmobiliaria, que en una primera instancia deprecia el valor de las mismas por esta cuestión de servidumbre de visuales, y posteriormente infla su valor ante la eventual venta y posterior construcción de un edificio en altura.
Tiene un gran valor poder entender los distintos puntos de vista con respecto a estos temas ya que los enfoques pueden llegar a ser muy diferentes, atento que por mayor que sea la formación del profesional que opine, estas temáticas implican muchas cuestiones a tener en cuenta. En este caso podemos analizar enfoques culturales, históricos, patrimoniales, financieros y sociales.
El ingeniero Daniel Bevilacqua, un empresario muy relacionado con los sectores inmobiliarios, plantea que a estos chalets es posible preservarlos mediante la implementación de una salida comercial, tanto sea a través de alquileres por temporada, o locales comerciales como sucede habitualmente en la zona de Plaza Mitre, Guemes o Alem en nuestra ciudad. Así se suele poner en práctica en otros países, principalmente europeos, donde normalmente se tiene una mayor conciencia del valor patrimonial de las casas que conforman la historia de cada localidad.
"Sería muy importante una revisión del plan regulador", dice Di Iorio, refiriéndose a poder dejar áreas barriales con su calidad ambiental urbana, como sucede en pueblos de Italia, donde " aunque la casa se esté cayendo abajo, no se pueden modificar las fachadas ante una eventual remodelación o modernización de los sectores de servicios", ya que los municipios consideran que aparte de ser una propiedad privada, también constituyen su identidad.
Entre la puja " Dinero-Identidad", estarían ganando los grupos financieros construyendo esas "cajas grises de zapatos en altura" por sobre el carácter arquitectónico propio que conforma nuestro patrimonio tangible.
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