Un guía turístico en Sevilla dijo en medio de un tour “luego
de que las américas se independizasen, el imperio español no tenía reservas ni
ahorros”. La falta de visión administrativa en el reino donde “no se ponía el
sol” causó una crisis financiera y económica de un pueblo que se acostumbró a
vivir del saqueo y genocidio sin precedentes en las vastas tierras de las que
se habían adueñado, matando a todo habitante nativo, o sometiéndolo a su religión
y costumbres, para tener fieles esclavos trabajadores.
Dentro de la visión americana de dicha situación española,
siempre surge la idea de poder cambiar la historia y el deseo de haber sido
colonizados por las invasiones inglesas en 1806 y 1807 al rio de la plata, que
fueron rechazadas por el pueblo porteño.
La administración británica y francesa opaca las acciones
españolas y portuguesas de las riquezas que supieron repatriar durante más de
tres siglos, pero es cierto que en las calles españolas se ve la riqueza traída
de territorios como África, y sobre todo América. Se ven las calles hechas con
adoquines de piedra, se ve oro y plata por doquier, se ven iglesias hechas con
minerales que se decidieron poner ahí, y es cierto que se supo aprovechar al
máximo, pero las riquezas robadas de los continentes sometidos, están hoy en
día en las calles del reino de España.
No hay duda que este legado corrupto queda en los países que
supieron ser colonia española y portuguesa, no solamente en las instituciones
sino que también en los inmigrantes de origen de países latinos que habitan hoy
esos territorios.
Los actuales países del sur de Europa se quejan de las medidas
de Bruselas, de Alemania, pero no son conscientes de la suerte que tienen de
tener un Mercedes Benz, carreteras modernas que conectan todos sus poblados,
una moneda fuerte sin prácticamente depreciación, y niveles inflacionarios que
comparados con países latinoamericanos o africanos, no son comparables.
Si la suerte de su economía estuviera en sus propias manos, tendrían
mucha menos suerte de la que cuentan. Un país que estuve más de cuatro años sin
conformar gobierno, un país sin una cultura del trabajo estricta, un país con
la misma instrucción y mentes brillantes que los países que actualmente fueron
violados y abandonados.